A buenas horas mangas verdes
"Dícese de todo lo que llega a destiempo, cuando ha pasado la oportunidad y resulta inútil su auxilio", como recoge José María Iribarren en su magnífica obra "El porqué de los dichos". El origen de esta frase se sitúa en los tiempos de la Santa Hermandad: al parecer, la policía de la época tenía fama de tardona y de no llegar nunca a tiempo de atrapar a los delincuentes. Como las mangas del uniforme eran verdes, el ingenio popular acuñó la frase para todos aquellos que pretenden echar una mano cuando ya no resultan útiles.
--------------------------------------------------------------------------------
A la cama no te irás sin saber una cosa más
Es más un deseo que otra cosa, pues no siempre tenemos la avidez de conocimientos nuevos, eso, cuando no creemos saberlo todo. Aparte de este valor de invitación al aprendizaje y a la apertura de miras y de ideas, suele utilizarse este refrán para expresar sorpresa cuando el interlocutor nos saca de un error o nos pone al cabo de algo que ignorábamos.
--------------------------------------------------------------------------------
A mucha cortesía, mayor cuidado
Conviene recelarse de aquellos que se dirigen a nosotros en un tono excesivamente amable, meloso y cortés. Es un signo de falsedad que delata la oscuridad de las intenciones de nuestro interlocutor.
--------------------------------------------------------------------------------
A palabras necias, oídos sordos
Esta expresión tiene un doble significado. El primero es el de desaconsejr el prestar oídos a quien sostiene una conversación irrelevante o insulsa. Por otro lado, se suele usar este dicho como forma de despecho o de chulería ante unas palabras que no nos convienen o nos ofenden, sean o no necias.
--------------------------------------------------------------------------------
Año de nieves, año de bienes
Fruto de la sabiduría rural y agrícola es este refrán. Cuando el invierno se trae buenas nevadas, es garantía de que los acuíferos andarán henchidos y bien surtidos, y así los ríos y las corrientes subterráneas proporcionarán el líquido elemento a los cultivos, la mejor garantía de una buena cosecha.
--------------------------------------------------------------------------------
La avaricia rompe el saco
Advierte de que el ansia desordenada de ganancias suele cegar a quienes se dejan llevar por ella y, de este modo, por alcanzar una riqueza mayor se pierden los bienen que se tenían a su legítimo alcance. Lo recoge el marqués de Santillana y también Franciso Delicado en el Retrato de la lozana andaluza. Pero este consejo es mucho más antíguo, pues ya el romano Públio Siro decía: "Avarus ipse miseriae causa est suae", es decir, "el avaro es la causa de su propia miseria". La avaricia es un tema clásico de nuestro refranero y de la literatura al que el poeta José Somoza le dedicó este epigrama:
Negocia, gana, atesora
economiza, aprovecha,
gasto y deseos estrecha
deja el gozar por ahora,
que el promedio de tu cordura
aunque hoy pases vida amarga,
será tenderte a la larga
mañana en la sepultura.
--------------------------------------------------------------------------------
La bárba no hace al filósofo
No hay que fiarse demasiado de las apariencias, sobre todo de las físicas, porque nos podemos llevar grandes chascos.
--------------------------------------------------------------------------------
De hombre que nunca ríe, nadie se fíe
George Santayana decía: el joven que no ha llorado es un salvaje, y el viejo que no quiere reír es un idiota. Aunque en la Antigüedad se solía estimar que la risa no rimaba bien con el sentido común y la prudencia, su contrario, la adustez excesiva, el rostro impertérrito, según el refranero, constituye una señal de no ser de fiar. Sea como sea, el que nunca se ríe es un tipo aburrido cuya compañía resulta insufrible.
--------------------------------------------------------------------------------
Del agua bendita, poquita
En los asuntos cruciales de la vida suele suceder que lo importante es la calidad y no tanto la cantidad. Por ejemplo, cuando nos encontramos con alguien pequeño de tamaño, pero de buen corazón. Sólo a un necio se le ocurre medir a las personas por palmos.
--------------------------------------------------------------------------------
¿Entiendes, Fabio, lo que voy diciendo?
Con esta frase, tomada de un soneto de Lope de Vega, se da a entender que el lenguaje que usa nuestro interlocutor es afectado, pedante y rebuscado. Así se le llama un poco al orden, para que concrete o descienda al lenguaje llano. El divertido soneto dice así:
Cediendo a mi descrédito anhelante,
la mesticia qe tengo me defrauda,
y aunque el favor lacónico me aplauda,
precies indicio al celestial turbante.
Ostento al móvil un mentido Atlante,
húrtome al Lete en la corriente rauda,
y al candor de mi sol, eclipse en cauda,
ajando voy mi vida naufragante.
Afecto aplauso de mi intenso agravio
en mi valor brillante, aunque tremendo,
libando intercalar gémino labio.
¿Entiendes, Fabio, lo que voy diciendo?
-Y cómo si lo entiendo. Mientes, Fabio,
que soy yo quien lo digo y no lo entiendo.
--------------------------------------------------------------------------------
Guárdate de hombres que no hablen y perro que no ladre
Viejo refrán castellano que nos pone en guardia ante los personajes taciturnos, sean del género humano o del canino. Si "el perro ladrador es poco mordedor", el silencioso puede atacar sin previo aviso. Según el refranero, lo mismo ocurre con los bípedos implumes: si es en exceso reservado y no habla nunca, ¿cómo saber cuáles son sus intenciones? Convendrá ponerse en guardia.
--------------------------------------------------------------------------------
Hablar bien no cuesta dinero
Con esta reprimenda se reconviene a quien se expresa con profusión de palabras malsonantes, tacos y demas recursos toscos. Se viene a incidir en el principio de que cuesta el mismo esfuerzo comunicarse con propiedad que hacerlo groseramente, pero la realidad es que cuesta bastante más hacerlo de forma educada. Al menos, cuesta el trabajo de aprender.
"Dícese de todo lo que llega a destiempo, cuando ha pasado la oportunidad y resulta inútil su auxilio", como recoge José María Iribarren en su magnífica obra "El porqué de los dichos". El origen de esta frase se sitúa en los tiempos de la Santa Hermandad: al parecer, la policía de la época tenía fama de tardona y de no llegar nunca a tiempo de atrapar a los delincuentes. Como las mangas del uniforme eran verdes, el ingenio popular acuñó la frase para todos aquellos que pretenden echar una mano cuando ya no resultan útiles.
--------------------------------------------------------------------------------
A la cama no te irás sin saber una cosa más
Es más un deseo que otra cosa, pues no siempre tenemos la avidez de conocimientos nuevos, eso, cuando no creemos saberlo todo. Aparte de este valor de invitación al aprendizaje y a la apertura de miras y de ideas, suele utilizarse este refrán para expresar sorpresa cuando el interlocutor nos saca de un error o nos pone al cabo de algo que ignorábamos.
--------------------------------------------------------------------------------
A mucha cortesía, mayor cuidado
Conviene recelarse de aquellos que se dirigen a nosotros en un tono excesivamente amable, meloso y cortés. Es un signo de falsedad que delata la oscuridad de las intenciones de nuestro interlocutor.
--------------------------------------------------------------------------------
A palabras necias, oídos sordos
Esta expresión tiene un doble significado. El primero es el de desaconsejr el prestar oídos a quien sostiene una conversación irrelevante o insulsa. Por otro lado, se suele usar este dicho como forma de despecho o de chulería ante unas palabras que no nos convienen o nos ofenden, sean o no necias.
--------------------------------------------------------------------------------
Año de nieves, año de bienes
Fruto de la sabiduría rural y agrícola es este refrán. Cuando el invierno se trae buenas nevadas, es garantía de que los acuíferos andarán henchidos y bien surtidos, y así los ríos y las corrientes subterráneas proporcionarán el líquido elemento a los cultivos, la mejor garantía de una buena cosecha.
--------------------------------------------------------------------------------
La avaricia rompe el saco
Advierte de que el ansia desordenada de ganancias suele cegar a quienes se dejan llevar por ella y, de este modo, por alcanzar una riqueza mayor se pierden los bienen que se tenían a su legítimo alcance. Lo recoge el marqués de Santillana y también Franciso Delicado en el Retrato de la lozana andaluza. Pero este consejo es mucho más antíguo, pues ya el romano Públio Siro decía: "Avarus ipse miseriae causa est suae", es decir, "el avaro es la causa de su propia miseria". La avaricia es un tema clásico de nuestro refranero y de la literatura al que el poeta José Somoza le dedicó este epigrama:
Negocia, gana, atesora
economiza, aprovecha,
gasto y deseos estrecha
deja el gozar por ahora,
que el promedio de tu cordura
aunque hoy pases vida amarga,
será tenderte a la larga
mañana en la sepultura.
--------------------------------------------------------------------------------
La bárba no hace al filósofo
No hay que fiarse demasiado de las apariencias, sobre todo de las físicas, porque nos podemos llevar grandes chascos.
--------------------------------------------------------------------------------
De hombre que nunca ríe, nadie se fíe
George Santayana decía: el joven que no ha llorado es un salvaje, y el viejo que no quiere reír es un idiota. Aunque en la Antigüedad se solía estimar que la risa no rimaba bien con el sentido común y la prudencia, su contrario, la adustez excesiva, el rostro impertérrito, según el refranero, constituye una señal de no ser de fiar. Sea como sea, el que nunca se ríe es un tipo aburrido cuya compañía resulta insufrible.
--------------------------------------------------------------------------------
Del agua bendita, poquita
En los asuntos cruciales de la vida suele suceder que lo importante es la calidad y no tanto la cantidad. Por ejemplo, cuando nos encontramos con alguien pequeño de tamaño, pero de buen corazón. Sólo a un necio se le ocurre medir a las personas por palmos.
--------------------------------------------------------------------------------
¿Entiendes, Fabio, lo que voy diciendo?
Con esta frase, tomada de un soneto de Lope de Vega, se da a entender que el lenguaje que usa nuestro interlocutor es afectado, pedante y rebuscado. Así se le llama un poco al orden, para que concrete o descienda al lenguaje llano. El divertido soneto dice así:
Cediendo a mi descrédito anhelante,
la mesticia qe tengo me defrauda,
y aunque el favor lacónico me aplauda,
precies indicio al celestial turbante.
Ostento al móvil un mentido Atlante,
húrtome al Lete en la corriente rauda,
y al candor de mi sol, eclipse en cauda,
ajando voy mi vida naufragante.
Afecto aplauso de mi intenso agravio
en mi valor brillante, aunque tremendo,
libando intercalar gémino labio.
¿Entiendes, Fabio, lo que voy diciendo?
-Y cómo si lo entiendo. Mientes, Fabio,
que soy yo quien lo digo y no lo entiendo.
--------------------------------------------------------------------------------
Guárdate de hombres que no hablen y perro que no ladre
Viejo refrán castellano que nos pone en guardia ante los personajes taciturnos, sean del género humano o del canino. Si "el perro ladrador es poco mordedor", el silencioso puede atacar sin previo aviso. Según el refranero, lo mismo ocurre con los bípedos implumes: si es en exceso reservado y no habla nunca, ¿cómo saber cuáles son sus intenciones? Convendrá ponerse en guardia.
--------------------------------------------------------------------------------
Hablar bien no cuesta dinero
Con esta reprimenda se reconviene a quien se expresa con profusión de palabras malsonantes, tacos y demas recursos toscos. Se viene a incidir en el principio de que cuesta el mismo esfuerzo comunicarse con propiedad que hacerlo groseramente, pero la realidad es que cuesta bastante más hacerlo de forma educada. Al menos, cuesta el trabajo de aprender.
No hay comentarios:
Publicar un comentario